miércoles, 26 de abril de 2023
Actualmente, existen cerca de 63 mil hectáreas bajo agricultura protegida en México entre invernaderos de plástico, mallas sombra y macro túneles: 35,000 de hortalizas, 24,000 de Berries y 3,000 entre flores y viveros para propagación. Sólo el estado de Sinaloa ya cuenta con cerca de 10 mil hectáreas de hortalizas y berries bajo agricultura protegida. Le sigue Jalisco con 8 mil 700 hectáreas, de las cuales 5 mil son de frambuesa bajo macro túnel.
Los desafíos de la agricultura de alto valor son enormes y consisten, por un lado, en la adopción de un modelo de producción más rentable y sustentable, con base en una rigurosa planeación de la producción con estrategias de diferenciación y objetivos comerciales. Asimismo, el suministro de toda la cadena agroalimentaria enfrenta grandes desafíos a medida que se desarrollan las implicaciones de la invasión rusa a Ucrania. La industria de la Agricultura Protegida no es diferente. Sabemos que los productores están aprendiendo y adaptando, y la mayoría superará los efectos de la agflación. Pero, ¿cómo se adaptarán a los cambios en la demanda en el corto y mediano plazo?
Los consumidores estan adoptando nuevos hábitos de consumo de acuerdo a sus necesidades, nuevas circunstancias y entorno.
En cualquier crisis generalizada, el primer y más obvio efecto en cualquier industria es un cambio repentino en la demanda. Además, para los productores de hortalizas, berries, frutas y flores en la industria de los invernaderos, la demanda sigue creciendo y debe dirigir los cultivos que producen.Nuevo Modelo
El objetivo de la agricultura de alto valor no sólo consiste en obtener altos rendimientos por metro cuadrado, sino también en la capacidad de monetizarlos. ¿De que nos sirve obtener altos rendimientos y calidad durante todo el año si no tenemos la capacidad de venderlos, y a qué precios?
Muchos agricultores han apostado por tecnologías pasivas, para así lograr una mayor extensión de superficie con menores inversiones. Pero han inundado los mercados con alta productividad pero baja calidad, desplomando los precios. No hubo planeación de la producción.
Por otro lado están los casos de alta tecnología en todos sentidos, sin justificación. El resultado fue similar. Un mercado inundado, que no premia la calidad en las ventanas de alta demanda.
La industria de berries, cuyo crecimiento ha sido exponencial, está cometiendo los mismos errores que los productores de hortalizas. Los agricultores más informados se están replanteando si lo barato les puede salir más caro....Al cierre del 2022 todavía existe una relación de casi el 70% de tecnologías pasivas contra el 30% activas.
El nuevo modelo debe ser congruente, incorporando la tecnología adecuada para cada región de acuerdo a un objetivo de rentabilidad. Asimismo, se debe producir de acuerdo a la demanda, requisitos y expectativas del mercado para que la relación sea permanente, y finalmente, con el recurso humano necesario, con empleos dignos y fijos para poder asegurar la continuidad de la operación.
La mejor decisión siempre va a estar basada en el modelo más productivo y sustentable, promoviendo un equilibro en todos sentidos.
Ahora la tendencia y el mercado nos indica que el crecimiento seguirá en la producción de berries y que vendrá para las operaciones de producción de flores de corte, con gran demanda en USA, un mercado todavía que no se ha desarrollado como debería en México.
Las ventajas que representa esta tecnología de producción sigue desplazando a la superficie a campo abierto, ya sea invernaderos de plástico, macrotúneles para la producción de berries o mallas sombra. Los mayores rendimientos, el control de las principales variables para su producción, la mejor calidad de las cosechas y la capacidad de producir todo el año son sólo algunas de sus bondades.
La agricultura protegida esta presente en las 32 entidades federativas de nuestro país y ha registrado un crecimiento sostenido de cerca de 4,000 has. en promedio anuales desde el 2009. El 70% de la supreficie de horticultura protegida esta concentrada en los estados de Sinaloa (22%), Jalisco (15%), Baja California (12%), Michoacan (12%) y Guanajuato (9%).
Agricultura Protegida