miércoles, 26 de abril de 2023
Cuando los insecticidas para combatir los trips dejaron de surtir efecto, la empresa de propagación de plantas Damsigt consideró interrumpir la comercialización de su variedad más exitosa, la Calathea zebrina. Afortunadamente, la acción del ácaro depredador Amblyseius swirskii produjo los resultados espe¬rados. “Ahora los trips están bajo control”, señaló, Rob Matheusen, “ahorrando tanto en dinero como en trabajo.”
Con sede en los Países Bajos, Damsigt dedica 5 hectáreas a la propagación y el cultivo de la Calathea zebrina. Los trips y las arañas rojas son los principales desafíos en materia de plagas. “En el pasado, controlábamos con agroquímicos, pero los productos ya no funcionan adecuadamente,” dijo Matheusen. “Después probamos con distintos tipos de ácaros depredadores, pero también resultaron ineficaces. El Phytoseiulus funcionó un tiempo, pero como aún necesitábamos usar productos químicos, desapareció rápidamente”.
Manejo Integrado de Plagas
Entonces adoptaron un sistema de Manejo Integrado de Plagas con un enfoque diferente. “En un momento nos vimos casi obligados a abandonar nuestra mejor variedad, por lo que exploramos alternativas de control biológico. Entonces, en 2013 adoptamos el sistema del ácaro depredador Amblyseius swirskii funcionó magníficamente bien”, mencionó.
Una sola aplicación es suficiente
A día de hoy, la empresa continúa fiel a esta estrategia. “Introducimos el sistema swirskii directamente después de la fase de esquejes y seguimos alimentando a los ácaros depredadores hasta que las plantas abandonan nuestras instalaciones,” explica Matheusen. “Debido a la presencia del ácaro depredador Amblyseius swirskii, los trips no tienen oportunidad de desarrollarse y hemos eliminado los problemas de control. Solo tenemos que introducir el swirskii una vez, a menos que experimentemos un clima extremo que pueda exigir un seguimiento. De tres a cuatro ácaros depredadores por hoja es suficiente para mantener a los trips bajo control”.
Como el riego de las plantas en las macetas lo realizamos de arriba, la dosis es diferente a la habitual,” explica Matheusen. “Usamos 250 gramos de alimento para el ácaro depredador por hectárea a la semana, en lugar de 500 gramos cada 15 días. Con el sistema de ventiladores Makita, la propagación resulta muy sencilla. Además de tener a los trips bajo control, también estamos reduciendo costos”, dijo.
El control de araña roja también es biológico
Dado el excelente control sobre los trips, también ha mejorado notablemente el control biológico de las arañas rojas. El equipo libera el ácaro depredador Phytoseiulus persimilis, utilizando el sistema Phytoseiulus, para combatir la araña roja. “Los introducimos cada dos semanas, 10 por m2, ya que las plantas son especialmente propensas a esta plaga. Haciéndolo de esta forma, normalmente no necesitamos rociar. En climas extremos que favorecen a la araña roja, a veces realizamos algún ajuste, pero sin duda son la excepción. “Dado que estamos comprometidos con el uso del control biológico al máximo, nos percatamos que los insectos benéficos presentes en nuestro entorno también sean de ayuda contra las arañas rojas, por ejemplo, la Feltiella acarisuga (mosquito cecidómido)”.
Plantas sin residuos
Para atacar a los insectos del suelo y a la oruga Duponchelia, Damsigt opta por el sistema Atheta que implica al escarabajo depredador Atheta coriaria. El equipo considera que el producto BT Delfin® es una buena alternativa.
Los pulgones se mantienen bajo control con liberaciones quincenales de crisopas, o Chrysoperla carnea, a una proporción de 8 por m2, utilizando el sistema Chrysopa, un producto que también funciona contra los trips. “Actualmente, empleamos soluciones biológicas para todas las plagas en la máxima medida posible,” confirma Matheusen. “De esta manera, podemos suministrar a nuestros clientes plantas sin residuos.”
Para obtener más información, póngase en contacto con lise.verachtert@biobestgroup.com
MIP